El científico Jol-El descubrió que la causa principal del colapso de Krypton fue una fusión de los elementos del núcleo del planeta y la aparición de un nuevo compuesto que se llamó kriptonita o kryptonita. Su hijo Kal-El, más conocido por Clark Kent en su personalidad periodística, o Superman en su faceta como superhéroe, resultaba afectado por este mineral que anulaba sus superpoderes. A alguien se le ocurrió que a todos nos afecta algún tipo u otro de kriptonita.
Me he fijado en que en casi ninguna de mis entradas sobre mi faceta isbiliya, léase mi parte de superhéroe, hablo de la natación. Tengo la impresión empírica de que esta modalidad es la que más nos cuesta a todos; tengo la certeza, también empírica, de que, dentro de los entrenamientos de natación, a la gran masa de infantería lo que más nos cuesta son los ejercicios de piernas y de que, el día que usamos aletas, empiezan los gemelos a congratularse entre sí y hacer piña, dejando esa tan molesta sensación de que se nos ha "montado" un gemelo. Podría llegarse a concluir que mis aletas son mi kriptonita, y afortunado, como buen daltónico, puedo ver que son verdes, como la kriptonita original.
Los originarios de Krypton que sobrevivieron, Superman, Superboy, Supergirl y Superdog, sufrían todos, los efectos de la kriptonita, pero podían protegerse de ella con plomo, con una armadura o, incluso como cuenta una historia de los años 40, usándola como combustible para naves interplanetarias. Hay muchas formas de "viajes", pero como esos implican a unas pildoritas, por cierto, también llamadas kriptonitas, y no va de eso la cosa, lo dejamos a un lado; a pesar de los farmacéuticos.
El caso es que contra lo que nos debilita y nos cuesta más trabajo tenemos siempre la posibilidad de usar una armadura de plomo. Y no es baladí el uso de este metal en el símil, pesado y hosco como pocos, porque para vencer una dificultad y progresar, como decía el gran Juan Pablo, hay que abandonar muchas veces la zona de confort, recomponer la cabeza, empezar despacio y sin quemar etapas pasándolas por los pelos, sino con determinada maestría. Que es algo pesado y molesto casi siempre, como el plomo.
Pienso que lo que comento vale para nuestra vida de triatleta y para cualquiera de las modalidades, natación, carrera, bici o transiciones. Para mejorar en cada cosa y hacerlo bien, primero hay que conocer los fallos, los defectos, los cuellos de botella y luego hay que pensar cómo mejorarlos, y entrenar una y otra vez, en las tardes de plomo, en las horas pesadas, forjando una armadura a medida y ligera, que el plomo es lo que tiene, que es maleable.
Quedan tres cosas por decir. Una, que alguna vez escribiré sobre natación, pues me subyugan el silencio bajo el agua y la ola que abro la rara vez que nado bien; dos, que nadie se tome esto en sentido literal y use bañadores, aunque sean paqueteros, de plomo, que si ya se nos hunden el culo y las piernas no quiero ni contar con ese peso añadido.
La tercera, en la vida real, en nuestra personalidad de ingenieros, farmacéuticos, trabajadores o estudiantes existen muchas kriptonitas; la única forma de hacernos inmunes a su efecto es buscarlas, identificarlas y luchar contra ellas, llámense miedos o dificultades. El triatlon también es una escuela para vivir sin miedo y resistir los avatares de la vida.
Para terminar, recuerdo la primera vez que escuché la palabra kriptonita en este club; me dejaron una camiseta para hacer una carrera y fue justo después de un entrenamiento, me dijeron, lávala bien que lleva kriptonita, yo pensé, un lavado corto y con norit, que es una prenda delicada. El resultado fue que puse dos veces la lavadora, la primera siendo delicado, la segunda a saco, y con veinte prendas más, que la esencia de la camiseta contaminó la colada entera. Así que el que lo dijo sabía bien de lo que hablaba y suda kriptonita, pues no es que no le cuesten las cosas, no es que no tenga dificultades, pero lucha contra ellas. ¿Verdad?
NOTA DEL AUTOR:
Esto texto es una interpretación libre de la idea original del señor Samer Alí Guarda.
Quien ha escrito esto es un fanático del cómic, pasión que mantiene desde la más tierna infancia. Los datos que aparecen sobre Superman son todos ciertos, en el ámbito del cómic, se quiere decir. Se han extraído de las lecturas de las primeras historias sobre Superman de Action Comics ideadas por los autores Jerry Siegel y Joe Shuster y de los ensayos de Javier Coma. Entre los años 2010 y 2011 colaboró en un programa de radio en el que mantenía una sección semanal sobre cómics; es autor del blog sobre el mundo de la historieta POR AMOR AL ARTE, AL NOVENO ARTE.